Índice
1. Introducción
Una de las estancias del hogar donde hacemos mayor vida diaria es el aseo. Por eso, cuando pensamos en accesibilidad en nuestro hogar, es innegable pensar que es imprescindible que nuestro baño sea accesible y no cuente con barreras arquitectónicas que impidan hacer un uso correcto de esta instalación.
Cuando en nuestra familia contamos con personas mayores o con movilidad reducida, partimos de la base de que tenemos que valorarlo todo, ver las necesidades particulares de las personas convivientes e intentar reducir al máximo cualquier posible limitación que puedan sufrir estas personas en su propio hogar. Tenemos que tener presente que el cuarto de baño o aseo es una de las estancias en nuestra casa donde más suelen producirse caídas, por lo que debemos atender especialmente esta cuestión para así reducir o minimizar cualquier impacto o daño que se puedan producir nuestros seres queridos.
¿Qué barreras podemos encontrar en un cuarto de baño?
Lo primero de todo es el espacio. Es posible que nuestro hogar no sea especialmente grande, por lo que el cuarto de baño suele tender a ser pequeño. Por ejemplo, si estamos hablando de una persona con movilidad reducida con silla de ruedas, el aseo deberá contar con espacio suficiente para que la persona pueda desplazarse y moverse sin dificultad por esta estancia.
A su vez, el equipamiento deberá estar adaptado a la altura óptima para su uso así como contar con los diferentes sanitarios regulables y barras de apoyo. La puerta de acceso deberá contar como mínimo con un ancho de paso de 80cm y una altura de 210cm. También es aconsejable que la puerta sea corredera, para que así la persona que se encuentre en su interior no tenga dificultades para cerrarla.
Por otro lado, la altura del inodoro tampoco debe superar los 50cm y respecto al lavabo, su parte superior no deberá superar los 80-85cm. También, algo tan simple como el grifo, deberá estar también adaptado a las necesidades de las personas mayores o con movilidad reducida. Existen opciones como grifería electrónica que funcionan mediante un sensor de movimiento. En el caso de no disponer de esta opción también existen todo tipo de grifos que se ajustan a las capacidades físicas de los usuarios.
2.1 Alternativas
Además de lo anteriormente descrito, desde General Elevadores queremos hablaros de las posibles soluciones que se pueden tener en cuenta a la hora de hacer un baño más accesible:
Mamparas y platos de ducha
Actualmente podemos encontrar infinidad de opciones para adecuar nuestro cuarto de baño y que éste sea lo más accesible posible. Por ejemplo, existen mamparas con características especiales que ayudan a facilitar el acceso a la ducha de las personas mayores o con movilidad reducida.
Es posible que una de las opciones que se barajen a la hora de mejorar esta estancia es instalar un plato de ducha en vez de una bañera. Están situados a nivel del suelo y no presentan escalones, además de que el material del plato de ducha deberá ser antideslizante para evitar caídas.
Acceso a bañeras: Mabath
Si no existe la posibilidad de realizar una pequeña obra para la instalación de un plato de ducha, en General Elevadores contamos con nuestro elevador Mabath, diseñado especialmente para dar acceso a tu bañera, donde podrás sentarte cómodamente, así como entrar y salir de ella de forma controlada. Posee una capacidad de carga de 130kg y es compatible con jabón, sales de baño y aceites corporales.
Barreras de apoyo
Son totalmente indispensables en nuestro baño. Suelen colocarse habitualmente en el inodoro, así como en la bañera o plato de ducha para que la persona en cuestión pueda agarrarse cada vez que sea necesario. En el caso del inodoro, éstas serán colocadas en los laterales para que la persona pueda sentarse-levantarse sin dificultad.